
Jamás me sentí tan inútil como hoy…
Error tras error, descubro realmente la persona en la que me puedo convertir, o en la que me estoy convirtiendo quizás.
No quiero que me perdones porque yo lo quiera, si no porque siento en lo más profundo de mi ser, que no podría vivir sin ti… Que no sería nadie y mi vida estaría totalmente vacía o acabada.
…
Todo acaba...¿no?
Y todo queda en el aire…
No hay nada que hablar ni nada que perdonar, ha sido mi última oportunidad, y esta vez sé que todo es culpa mía…
No quiero hacerte daño, y tengo miedo a defraudarte una vez más… Quiero que estés bien, no quiero que dependas de mí, nunca, nunca más tendrás problemas, no volveré a interferir en tus planes…
Siento que todo se derrumba a mi alrededor, cada uno de los ladrillos que iba apilando se van cayendo, uno a uno, y no caen al suelo… Caen sobre mí. Es lo que hace que derrame una lágrima por cada uno de ellos, la fuerza y el dolor que me golpean fuertemente…
Y finalmente me doy cuenta de que a cada fallo, le sigue un perdón, y a ese perdón le siguen mil fallos más… Con lo cual es totalmente absurdo seguir cometiendo fallos… Es totalmente absurdo perdonar… ¿Es preferible seguir adelante seguir sin una gran parte de tu ser?
Puede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Va, no te calles que te veo!