Una vez un hombre me preparó un baño de espuma, con velas, unas copas de vino y música clásica... Y entonces supe que me había enamorado del hombre perfecto..
De vez en cuando me paro a pensar, en cómo la vida devuelve el amor que un día le entregamos a la nada. Amor que entregamos y fue desperdiciado, y todo vuelve... Vuelve con más fuerza y para quedarse...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Va, no te calles que te veo!